martes, 13 de marzo de 2007

Disculinario, ria

Disposición de la vajilla en la mesa o de la decoración de un lugar que lo vuelven poco propicio para la comida. También: alimento perfectamente comestible desde el punto de vista de la salubridad, pero cuya presentación no invita a comerlo.
Existen colores, formas y texturas que son disculinarias para el paladar occidental. Ejemplos:
  • Color disculinario: amarillo lavado con tintes verdosos (Si las paredes del lugar donde se come están pintadas con estos colores, disminuye considerablemente el apetito)

  • Forma disculinaria: embutido nadando entre líquidos espesos.

  • Textura disculinaria: si se toca algo viscoso o un trapo rejilla viejo antes de almorzar, el apetito se verá disminuido.

4 comentarios:

The Bug dijo...

Es muy importante reconocer que hay PERSONAS que son sumamente disculinarias y no es agradable departir con ellos un almuerzo o cena.
Las hay que se rascan detrás de las orejas con los grisines y no faltan las que lamen la compotera para absorver hasta la última gota de helado derretido.
Por otro lado, pocas cosas son más disculinarias que mirar la parte inferior de la tapa de la mesa de los restaurantes o debajo de los manteles.
Por eso en mi restaurante los tengo abrochados con grampas a la mesa.

Hay un término fonéticamente muy similar y relacionado intimamente con el vocablo "disculinario".
Hay veces en que los anfitriones se esfuerzan tanto en que sus platos tengan un aspecto los menos disculinario posible, que los llenan de adornos, ramitos de cosas y otros adminículos hasta que sus presentaciones se tornas "ridiculinarias".

Anónimo dijo...

"L'argot, c'est la langue des ténébreux" Hugo, Les Misérables

Anónimo dijo...

¿Los pedos son disculinarios? A mí me despiertan el apetito, pero no sé por qué.

Anónimo dijo...

Otros colores disculinarios: el rojo y el negro.

Las cadenas de comida rápida usan estos dos colores combinados ya que se ha comprobado, no alientan el deseo de permanecer demasiado tiempo rodeado de tal escenografía y reducen el lapso en que te engullís la chatarra dejando el espacio libre para que otro infeliz venga a decepcionarse con eso de que la hamburguesa de la foto no tiene ningún parecido con la que te acaban de servir.