sábado, 31 de marzo de 2007

Liminfractor

(Limen= límite; fractor= quebrantador)

Dícese de quien infringe las normas en el límite entre lo permitido y lo no permitido.


Un liminfractor actúa de manera tal que siempre queda la duda acerca de si infringió la norma o no. A veces es claro que la norma fue infringida, pero el infractor apela a correr ligeramente los límites, o a hacer más gruesa la línea que divide lo permitido de lo no permitido, o a ver las cosas desde una perspectiva en la cual los límites no están tan bien definidos o su leve transgresión no tiene graves consecuencias.


Ejemplos de liminfractores: quienes cruzan un semáforo en amarillo-casi-rojo; quienes patean la pelota mientras suena el silbato que da por terminado el partido o quienes golpean a una persona hasta dejarle moretones tenues y fácilmente confundibles.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

lo de los moretones no me gustó, ese no es un liminfractor! pegarle a alguien es entrar en lo no permitido, se dejen moretones o no, se tenga intención o no.

The Bug dijo...

¿Y si después de la duda primaria se puede determinar si fue infracción o no con certeza, supongamos meses después?
¿Sigue siendo una liminfracción?
Por ejemplo, el primer gol de Maradona a los ingleses, ¿fue una liminfracción?

Juan Ignacio dijo...

El golpe liminfractor por excelencia sería el del karateka, ya que no deja moretones.

Jorge Mux dijo...

moretone no: no se puede negar que la policía a veces actúa como liminfractor en ese sentido. La liminfracción suele pasar la línea de lo prohibido, pero juega con que los demás no se darán cuenta.

The Bug: Si para cuando se sabe que fue infracción, ya ese conocimiento no es decisivo, entonces fue liminfracción. La especulación con el tiempo es parte del éxito del liminfractor.

Anónimo dijo...

Excelente término, Jorge! Me parece que el robo hormiga también podría ser considerado como una liminfracción recurrente, o no?

Jorge Mux dijo...

J: no conozco cómo golpean los karatekas, pero si usted lo dice, debe ser así.

mspj: depende de qué sea el robo hormiga. Si es de cocaína o diamantes, es simplemente un robo. Si es de harina, azúcar, caramelos o alfileres, entonces sí es liminfracción. En estos casos, es liminfracción cuando, si nos lo hubiera pedido por las buenas, no se lo habríamos podido negar. El robo hormiga, si es consentido por el perjudicado, es en realidad una microclopía. (ver M)