(Verbo intransitivo. Del latín cubitum = codo e imperium = mando, dominio. Adjetivo: cobimperador)
Apoyar con prepotencia los codos en los mostradores.
El cobimperador saca número en la farmacia, pero mucho antes de que le toque se apoya sobre el mostrador de ventas y despliega sus brazos, estorbando el paso de quienes tienen un número muy anterior al suyo. Si está en una repartición pública y debe hacer un reclamo porque no le llega un impuesto, cobimpera para demostrar que es un ciudadano que exige sus derechos. Su microdélica manera de protestar es esa: intimida con los codos apoyados y mirando muy fijamente al empleado, a quien poco le importan sus actitudes patoteras.
A veces, el cobimperador no quiere demostrar poder sino complicidad. El acto de apoyar el codo lo deja cerca del oído del vendedor o empleado de atención al público. Él quiere susurrarle que por favor no le cobren muy caro, o que lo dejen jubilarse antes de tiempo, o que no le permitan a su mujer separarse de él. Con los codos apoyados en el escritorio del escribano, trata de convencerlo para que no le ejecuten una deuda o sentencia que pesa sobre sus hombros. Sabe que si el escribano no accede, lo tiene muy cerca como para tomarlo de la solapa y revolearlo.
1 comentario:
¿Y esto aplica, por ejemplo, cuando no queremos ceder el espacio contiguo a nuestra butaca del cine/teatro con el de al lado y furtivamente dominamos el descansabrazos con el codo para evitar cualquier acercamiento del rival?
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