miércoles, 15 de julio de 2009

Dinómaco,a

(Adjetivo. Del griego deinós = asombroso, terrorífico y majé = batalla. Sustantivo: dinomaquia)

Dícese de quien jamás comparte el asombro ajeno.

"¿Podés creer que Juan se encontró mil pesos?" dice una persona. El dinómaco responde: "¡Mil pesos no es guita! Yo hace poco me encontré cinco mil". El dinómaco levanta la apuesta, o finge que el asombro del interlocutor es demasiado estúpido o que dicho asombro revela un desconocimiento fundamental acerca de cosas básicas del mundo. A dice: "José se compró por fin la casa", B, dinómaco responde: "Al final todo llega en la vida, no es para tanto". Una manera eficaz de ejercer la dinomaquia consiste en subsumir el caso particular del interlocutor en un universo muy grande o muy banal, de modo que eso que acaba de decir queda como un logro minúsculo y corriente. Si A dice: "Terminé la carrera de medicina con honores", B, dinómaco, responde: "Bueno, hoy en este país se reciben mil estudiantes con honores". Si A dice: "Ayer tuve una revelación divina; se me apareció la Virgen de Luján". B, dinómaco, dice: "Ah, mirá vos. En mi barrio ya veinte personas tuvieron revelaciones"

Curiosamente, el dinómaco muchas veces pretende que los demás se asombren de sus pequeños logros y de sus miserables golpes de suerte.

6 comentarios:

«—x—« dijo...

¿Y a usted le parece que hacía falta una palabra para esto?

Jorge Mux dijo...

Uh, esa pregunta me la hicieron mil veces...

«—x—« dijo...

No me sorprende en lo absoluto.

Jorge Mux dijo...

Ja, sabía que me iba a contestar eso.

«—x—« dijo...

Está bien, Mux. Finiquitemos aquí nuestro duelo verbal: usted merece ganar, como siempre.

«—x—« dijo...

Estaba pensando que no hay nada más triste que andar de dinómaco por la vida, ¿no les parece?