lunes, 23 de febrero de 2009

Pulicorión

(Sustantivo. Del griego poli = muchos; húle = materia y xóorion = lugar, sitio)

Cuerpo que posee la capacidad de ocupar el mismo lugar que otro cuerpo presente.

En nuestro mundo, los cuerpos sólidos son claramente impenetrables: no se puede encontrar más que un solo cuerpo en un solo espacio. Los líquidos y los gaseosos también lo son, pero a nivel molecular. Eso significa que, en un sentido macroscópico, son penetrables pero no lo son en su sustrato molecular fundamental. Todo cuerpo material es en última instancia impenetrable, y cualquier fenómeno en el cual varios cuerpos ocupen un único punto espacial parece, sin embargo, imposible.

Los pulicoriones, en cambio, desafían esta ley de la impenetrabilidad. Son raros fenómenos que se dan muy de vez en cuando y en situaciones no fácilmente corroborables.
Algunas personas juran que han sido atravesadas por ciertos objetos sólidos -incluso, otras personas-, como si se tratara de hologramas. Si bien no hay registros confiables, podemos poner ejemplos para ilustrar esta idea: imagine el lector que está apilando tres sillas, una encastrada encima de la otra. Una vez que usted termina de apilar, empieza a notar algo raro: a pesar de que las sillas están una encima de la otra, lo que ve es que todas están tocando el suelo, compartiendo el mismo lugar físico. Como si se tratara de sillas etéreas.
Hay otros testimonios: dardos u otros proyectiles que aparecen al otro lado del muro que debía contenerlos -como si hubiesen atravesado la pared-; libros cuyas hojas se atraviesan a sí mismas y se convierten en una sola hoja ilegible.

Por lo general, un objeto se vuelve pulicorión por un instante, y luego vuelve a tener propiedades normales. A veces, claro, cuando se recupera la impenetrabilidad, las consecuencias pueden ser nefastas: si dos personas que se han atravesado mientras sus cuerpos son pulicoriones, permanecen atravesadas cuando se acaba el efecto pulicorión, existe la posibilidad de que estallen sus órganos como si hubieran tenido una violenta colisión.
Dado que el estado de pulicorión es transitorio, fugaz y breve, es difícil determinar si en verdad existió en algún momento esa curiosa propiedad. Después de todo, los objetos supuestamente pulicoriones no tienen, en sí mismos, cualidades especiales.

Se sospecha que los pulicoriones poseen un resabio de ciertas propiedades pre-físicas anteriores al Big Bang: después de todo, en ese punto sin dimensiones y con masa casi infinita, coexiste todo en su máxima pulicorionidad.
Otra situación naturalmente posible para la existencia permanente de los pulicoriones son los agujeros negros.
En estas dos situaciones mencionadas -la física de la materia antes del Big Bang, y los agujeros negros- la materia se convierte en un caso límite de la pulicorionidad, pues en esas circunstancias en verdad los cuerpos no están ocupando lugar alguno. En el no-lugar, todo puede coexistir.
La física relativista, sin embargo, tal vez interpretara la frase anterior del siguiente modo: la coexistencia de muchos cuerpos en un idéntico punto del espacio indica que esos cuerpos son en realidad un solo cuerpo.

1 comentario:

The Bug dijo...

Algo de esto debe pasar con mi dinero en la billetera.
Tengo permanentemente la sensación de que se escapa de ella aún cuando ni siquiera la abro.