El Señor The Bug se decidió por un estilo enigmático para anunciarnos cuáles son sus palabras elegidas del Segundo Concurso Exonario. He aquí la copia textual de su mail:
"Esta vez no he hecho el esfuerzo con el que analicé concienzudamente cada palabra en el concurso anterior, que me trajo aparejado -por el acarreo de pesados libros y enciclopedias etimológicas- una hernia de disco que todavía no has reconocido como enfermedad laboral y por ende sigue en vías de reclamo legal.
En esta ocasión me he dejado llevar por el corazón, por la sensiblería propia de estas fechas y porque ninguno de los otros jurados me permitió correr las bandejas con lechón y ensalada rusa para poder apoyar mis libros.
Me es muy grato dar a conocer a tu querida bloguencia que mi decisión está firme como la de un jurado celestial y tal vez carente de imparcialidad y ecuanimidad como la de un jurado de Tinelli.
Te envío mis disculpas anticipadas si un tropel cataclopeante de reclamos te asalta por sorpresa con preguntas del tipo "uh!, ¿y éste pibe del jurado a quién le ganó?", "¿cómo vas a poner a ese nabo sin autoridá moral!" o "loco, ¡me gasté $250 en votar por SMS la otra y ahora gana ésta?".
En fin, esta vez no acabé frotándome cansado los ponsigios luego de rastrear y desmenuzar cada palabra en múltiples bibliografías, no.
Esta vez simplemente me senté frente a la pantalla, junto a un licuado de banana con leche y un chorrito de esencia de vainilla y me deje llevar por las sensaciones.
Mis palabras elegidas son las usadas en este mismo alegato, en exacto orden de preferencias.
PD: ¿y?, ¿llegaremos a un acuerdo, si o no, por la hernia de disco?"
A pesar del reclamo legal-laboral que The Bug pretende endilgarme (y del cual me aparto, diciendo que no soy yo el que lo negreó o le provocó una hernia de disco), le concedemos que sus preferencias han sido perfectamente justificadas.
Publicaremos las siguientes decisiones en días sucesivos.
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