(Sust. masculino. Del griego diplós = doble y hémera = día)
Día doble.
Para que haya un día doble es necesario que el sol, una vez llegado al poniente, retroceda hasta alcanzar nuevamente el oriente y desde allí vuelva a hacer su recorrido diurno.
Pero un perfecto día doble sería aquel en el cual las horas pasan más lentamente -duran exactamente el doble-, y que cada hora dure dos horas. Un diplómera es un "happy hour" divino: Dios, o los astros, o la gracia de la naturaleza, o un preocupante desfasaje cuántico, podrían hacer que, cada tanto, el tiempo sea más flexible, menos tirano, y que los relojes -también los relojes biológicos- marchen a la mitad del tiempo.
Está bien protestar para que nos den más días de vacaciones. Mejor sería hacer una protesta universal para tener diplómeras, trímeras o incluso infinitémeras.
1 comentario:
si, se podria protestar por diplómeras en las vacaciones, pero vio como es de mala la cuestion esa d la relatividad....lo mismo esas dos horas van seguir pareciendo solo 15 minutitos miserables, claro esta en el caso d las vacaciones y/o cualquier acontecimiento grato q se le ocurra..
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