lunes, 10 de noviembre de 2008

Pronodia

(Sust. Del latín pro- = prefijo que indica impulso o movimiento hacia adelante y nodus = nudo, nodo, enredo)

1. Tendencia a enredarse o atascarse de algunos objetos, preferentente flexibles, alargados y finos.

Dos cables o dos hilos pueden enredarse entre sí. Pero incluso un cable por sí solo puede quedar prendido o atascado con otros objetos. Si tiramos de la manguera con la que regamos el jardín, ésta puede quedar enredada con ella misma, o bien puede atascarse con las piedras del patio. La pronodia es esta curiosa capacidad que poseen algunos objetos de volverse una madeja rebelde e insoluble.

No todo objeto alargado es pronódico. A veces, por alguna extraña razón, dados dos objetos finos y flexibles de la misma calidad, uno de ellos es pronódico y el otro no lo es. Las sogas y los cables suelen ser menos pronódicos que los hilos y las mangueras.

Es importante destacar que la pronodia no nace de una naturaleza pegajosa de los objetos que se enredan. En ese sentido, una telaraña no es pronódica.

Según algunos pensadores, el lenguaje es una continua fuente de pronodia. El lenguaje es una madeja y sólo un arduo trabajo lógico puede ayudarnos a desenredarla. Una vez que hayamos desenredado el lenguaje, según el filósofo Ludwig Wittgenstein (1889 - 1951), desaparecerán todos los problemas filosóficos. Este sería un buen augurio, de no ser porque el lenguaje mismo tiende a enredarse: dada su naturaleza pronódica, aun cuando se hubieran solucionado todos los problemas, el lenguaje, por sí solo, se anudaría sobre sí mismo y nos devolvería una multitud de viejos problemas, ahora disfrazados con un ropaje nuevo.

Es tentador pensar que cualquier dificultad en la expresión de una frase o un texto no tiene su causa en la impericia de quien la profiere, sino en el trabajoso lienzo de lenguaje con el que construimos los pensamientos. (Cualquier oscuridad en este mismo texto, acháquese a la pronodia)

Este término posee una segunda acepción:

2. Tendencia a establecer relaciones complicadas y trabajosas.

Los chapalocas y las chapalocos sufren de pronodia.

5 comentarios:

The Bug dijo...

Es cierto que el lenguaje es pronódico.
Por ejemplo, en este mismo post, la acepción "2" está numerada como "1".
El nudo mental que se me hizo para determinar cual es cada cual de las acepciones se me torna inmanejable.

Elizabeth Auster dijo...

Hasta que se enredó en el lenguaje, parecía estar describiendo mi cabello.

Jorge Mux dijo...

El lenguaje es muy pronódico; corregí lo que me señalaba Bug, pero eso hace que ahora ese comentario sea inoperante. No se puede desnredar una cosa sin enredar otra.

«—x—« dijo...

Puso «desnredar» a propósito, ¿verdad Mux?

Jorge Mux dijo...

X: trocalisto deliclasta