(Sust. Del gr. teratos = monstruo y -ópter = que ve)
Sensación de que los rostros de las personas se han vuelto monstruosos.
La teratopsia puede deberse a un desorden neurológico que hace ver a los objetos de manera deforme, irregular o incompleta. Pero, en su acepción original, no es necesario apelar a una patología. A veces puede ocurrir que un rostro familiar se nos vuelva extraño porque lo estamos viendo desde ángulos inusuales, o simplemente porque lo miramos demasiado: cuando alguien nos habla y, mientras escuchamos, recorremos cada detalle de su cara, nos puede dar la impresión de que ese rostro es desconocido, o hace gestos que nos son extraños, o no podemos asociar ciertas muecas o tics con la voz que oímos. A veces, de tanto mirar a los ojos, podemos pensar que su boca está como dislocada, como partida. A veces, si sólo miramos su boca o un pómulo, nos puede parecer que el pelo está muy revuelto, o muy separado del resto de los rasgos, o que su cara es demasiado grande para esa nariz tan pequeña, o que un par de granos y una manchita en la mejilla forman otra pequeña cara, triste y diabólica.
A veces, la teratopsia es la capacidad de visualizar la gran mueca, la mueca universal que se esconde detrás de cada gesto, como en este cuento.
3 comentarios:
Me costará mucho mantenerle la mirada a mi jefe.
http://www.youtube.com/watch?v=DsL_5bovozE
ji ji ji...
Cabe agregar que la marihuana, droga que no suele ser alucinógena ni nada parecido, cuando es ingerida en grandes dosis durante un mismo día, puede provocar muchas veces teratopsia, y es peor que la teratopsia de la sobriedad, ya que uno puede no lograr volver a ver a la persona desde una óptica normal hasta no bajar del cuelgue, y a veces puede tornarse insoportable. No sé si esto es algo probado por la ciencia, pero es un testimonio verídico vivido en carne propia. También puede ocurrir con las manos. Manos de alguien joven de pronto se ven como de vieja bruja, sobre todo en mujeres que usan las uñas largas y pintadas, las cuales con la teratopsia del porro crecen aún más, desmesuradamente, hasta transformarse en garras.
Saludos!
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