(Sustantivo. Del griego capnoides = gris, y fronéo = pensar)
Incapacidad de tener una idea abarcadora que dé sentido a una multitud de ideas pequeñas e inconexas.
Muchas personas desean realizar algún invento para cuya consumación necesitan de una idea que les ayude a dirigir la totalidad de la obra. Por ejemplo, un novelista no sólo debe tener un conjunto de imágenes fragmentarias, sino -además y principalmente- una idea de conjunto. Para ello se requiere de un poder de síntesis que pueda trascender las ideas mínimas y puntuales. El continuo fracaso para lograr esa idea trascendente es la capnofronia.
De la capnofronia no pueden surgir proyectos narrativos de largo aliento. El novelista capnofrónico es capaz de imaginar con exactitud un diálogo o una escena de amor, pero no puede lograr un desenlace que incluya a ambos elementos en una trama contundente y abarcadora. Sin embargo, una multitud de ideas fragmentarias, puntuales y heterogéneas pueden conformar un proyecto en sí mismo.
Exonario es producto de la capnofronia.
4 comentarios:
"Una multitud de ideas fragmentarias, puntuales y heterogéneas pueden conformar un proyecto en sí mismo".
Gracias, Mux, esa sola frase salva mi existencia.
¿Usted también está pensando en cierta capnofronía existencial, Bug?
Cuando leí esta entrada se produjeron en mí una serie de sensaciones muy placenteras. No podría resumirlas en un solo concepto.
Publicar un comentario