(Sust. De la expresión "dos pesos", para hacer referencia a algo de poco valor)
Sucesión de mínimos gastos cuya acumulación suman una fortuna.
Cuando se alquila una casa, se pide un crédito o se compra un auto, se termina cayendo inevitablemente en el dopesismo. El ingenuo comprador pregunta "¿Cuánto cuesta?", y el sádico vendedor/propietario contesta con una suma nominal y despojada. Si el comprador acepta, el vendedor agregará gastos de envío, sellados, impuestos de leyes, seguros, co-seguros, certificados, credenciales, señas, intereses, prepagos, preintereses, reservas, garantías y honorarios. Cada nueva carga económica, de por sí, no representa demasiada erogación. Pero la sumatoria puede desbaratar el propósito inicial de la compra. Esa seguidilla de múltiples erogaciones conforma el dopesismo.
2 comentarios:
Su aguda definición denuncia que ha caído víctima del dopesismo.
Al principio creí que era un "sismo al pedo" (en un lugar donde no hay nadie, ni siquiera para registrar su existencia)...
Yo sufro el dopesismo cuando voy por el sector de Avenida Corrientes (Bs.As.) donde se concentran las librerías de usados. Y cuando acaba ese mes lo sufro más, aunque no salga de casa.
Publicar un comentario