(Adjetivo. De tira y muerto)
Dícese de la persona que en una discusión expone la cantidad de muertos, mutilados y torturados para rebatir una tesis.
El tiramuertos tiene, entre sus argucias argumentativas, algún genocidio o algún hecho masivamente violento para ejemplificar y obliterar a su contrincante. No importa si se trata de una discusión conceptual: él justificará sus afirmaciones mostrándole a su rival que es un insensible, porque no tiene en cuenta la cantidad de sufrimiento que implicó su postura. "¿Cómo podés estar en contra de Israel? ¿No sabés la cantidad de muertos que hubo en los campos de concentración judíos por culpa de los nazis?" Desde luego, se puede estar en contra de algo sin necesariamente apoyar los asesinatos masivos, pero al tiramuertos eso no le interesa: cree que el solo hecho de enlazar una discusión con una consecuencia históricamente horrorosa, es suficiente para que se abandone cualquier otra clase de argumento. Existen otras variantes de tiramuertos: "¿Cómo podés estar en contra de la noción de patriarcado, del micromachismo y de la violencia simbólica? ¿No sabés la cantidad de personas que mueren por violencia de género?"; "¿Cómo podés decir que el gobierno hace cosas buenas? ¿Sabés la cantidad de chicos que mueren por desnutrición en el norte del país?".
El tiramuertos cree que su pirotécnico golpe de efecto retórico es definitivo y exhaustivo; una vez que ha expuesto con crudeza la cantidad de muertos que, según él, se siguen de la argumentación de su contrincante, espera que la discusión se termine. Si no se termina, se considera con derecho a tildarlo de nazi, machista o fanático.
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