martes, 28 de septiembre de 2010

Exconder

(Verbo transitivo. De ex y esconder. Sustantivo: excondite)

1. Dejar de esconder algo que debería estar escondido. 

Un objeto debe permanecer escondido sólo el tiempo suficiente como para cerciorarse de que nadie lo busque. El chocolate robado puede permanecer uno o dos días escondido. La joya robada, un lustro. Cuando pasa el tiempo de la posible sospecha, un objeto puede desocultarse y ostentarse casi sin problemas. Sin embargo, si se exhibe el chocolate o la joya antes de que pase ese tiempo prudencial, se los está excondiendo. Cuando se exconde, se corre el riesgo de que los perjudicados reclamen lo que reconocen como propio, pero precisamente esa exposición obscena del objeto puede provocar la duda: ¿Carlitos se está comiendo con descaro el alfajor que acaba de desaparecer de mi bolso? ¿Podría ser que la prima haya robado el anillo de diamantes de la abuela, y lo esté exhibiendo impunemente en su anular izquierdo? ¿O será que estamos sospechando sin fundamentos?



2. Revelar un secreto familiar cuya exposición ya no puede causar problemas.

Si le contamos a papá que hace veinte años, una noche, le robamos el auto para ir a bailar, ya no debemos temer un castigo. Él tal vez se enoje, pero su ira estará desprovista de las temibles consecuencias que hubiéramos esperado hace veinte años.
Muchas personas, cuando están por morir, eligen exconder sucesos de su pasado porque saben que ya no pueden herir. A veces, desde luego, es difícil decidir cuándo se exconde y cuándo se está contando una anécdota que todavía puede provocar auténtica polémica. La confesión de engaños amorosos y de falsa paternidad nunca son parte de la acción de exconder. En cambio, que la tía Graciela usaba peluca o que el finado abuelo Hernán mantenía relaciones zoofílicas con su (también finada) gata sí son parte del excondite.

2 comentarios:

José Pepe Parrot dijo...

Conozco a un señor que le esconde sus compras a la esposa: instrumentos musicales casi siempre.
Luego los va blanqueando a través de complicadas maniobras que evitan que su consorte lo sacrifique como un cordero. El proceso por el que comienza a exconder es una delicia.

Jorge Mux dijo...

Dormidano: yo también conozco mujeres que exconden vestidos que han comprado con la tarjeta de sus maridos, y que aun en el momento de exhibirlos, aseguran que es un vestido viejo. Y los maridos le creen.