(Del inglés brick: ladrillo)
Capacidad que ciertos objetos poseen de encajar entre sí por contacto y contigüidad.
Por extensión, toda capacidad de encaje predeterminado, tal como ocurre con las piezas de rompecabezas entre sí, con los ladrillos en las paredes (y los ladrillitos tipo "rasti"), con las puertas en sus marcos, las hojas en el cuaderno, los botones en la camisa, etc. Sólo se aplica cuando el encaje es perfecto: no se dice que hay brickaje, por ejemplo, cuando se pone algo dentro de un bolsillo o de un cajón, a menos que aquello que se ponga ocupe exactamente todo el volumen del bolsillo o del cajón. También se llama brickaje al acto de apilar objetos homogéneos: cajas, camisas de idéntico color, ladrillos. No se aplica a elementos de encaje de tipo fálico, para lo cual hay otro nombre.