(Sustantivo. Del griego paixnídi = juguete y algéo = dolor)
Acción de extrañar objetos que se tenían durante la infancia.
¿Adónde habrá ido a parar el auto Citroën de duravit que tuve a los ocho años? ¿Qué fue de ese tarro con más de mil bolitas de colores que acumulé con mi hermano? ¿Cuándo decidimos que los RASTI ya no podían seguir ocupando ese lugar en el fondo del placard y los regalamos o quizás los donamos? ¿Qué habrán hecho mis padres con la bicicletita verde importada de Brasil con la cual mi hermano aprendió a andar sin rueditas? Los juguetes más importantes de nuestra vida alguna vez desaparecieron, en esa nebulosa meseta que va desde la pubertad hasta la adolescencia, cuando el niño que jugaba puso a dormir su infancia para convertirse un poco más en lo que somos hoy. Nos aprovechamos del sueño de ese niño para arrebatarle sus juguetes y regalarlos, donarlos, perderlos u olvidarlos en un arenero. Y una noche cualquiera, a veces, nuestra infancia se hace un nudo en la garganta para reclamarnos por ellos. Cada tanto aparece la desolación del niño que fuimos, que se encuentra a sí mismo en un entorno extraño, huérfano y sin su muñeco pinocho.
La penidalgia puede llamarse, también, "síndrome de Citizen Kane".
Aunque etimológicamente se alude a los juguetes, en realidad se puede hacer extensivo a cualquier añoranza de objetos que hayamos poseído en la infancia. Los muebles y la ropa son alcanzables por esta sensación.
El término se forma por semejanza con "nostalgia". La nostalgia es un "viaje al dolor" (nóstos = viaje). La penidalgia tiene, en la raíz de su primer étimo (paixnídi), la palabra "pás", que significa "niño".
Definiciones y términos que no figuran en el diccionario ("Exonario" no figura en el diccionario, pero sí figura en Exonario)
martes, 22 de octubre de 2013
viernes, 11 de octubre de 2013
Bruxólogo
(Sustantivo. Del griego brougmós = mordedura y lógos = discurso)
Discurso dado con los dientes apretados.
Quienes emiten bruxólogos son, por lo general, personas de sexo masculino en un momento de enojo. "¡Rajá de acá hijo de una gran puta!", dice con los dientes apretados el tío a su sobrino travieso. Es muy común, también, en la manera de insultar a los jugadores de un partido de fútbol: "¡Nooooo, el arco queda para el otro lado, la puta madre que te parió!". A la necesidad de emitir un bruxólogo se le acompaña, en general, el deseo por romper algo.
Discurso dado con los dientes apretados.
Quienes emiten bruxólogos son, por lo general, personas de sexo masculino en un momento de enojo. "¡Rajá de acá hijo de una gran puta!", dice con los dientes apretados el tío a su sobrino travieso. Es muy común, también, en la manera de insultar a los jugadores de un partido de fútbol: "¡Nooooo, el arco queda para el otro lado, la puta madre que te parió!". A la necesidad de emitir un bruxólogo se le acompaña, en general, el deseo por romper algo.
lunes, 7 de octubre de 2013
Peradromia
(Sustantivo. Del griego péra = lejos y drómos = camino, corredor)
Vida que llevan hoy los amigos y compañeros que dejamos de ver hace mucho tiempo.
Hubo un tiempo en que nos veíamos todos los días con ese amigo, pero por alguna circunstancia eso se cortó para siempre. Él se mudó, nos peleamos, perdimos interés en vernos, ya no nos entendimos. El camino que recorríamos juntos se fue bifurcando de forma repentina o con una lentitud imperceptible. Esa vida que empezamos a hacer separados de nuestro amigo se ha convertido en una peradromia.
Gracias a las redes sociales podemos reencontrarnos con viejos amigos. Espiamos sus fotos, nos asombramos de que se haya ido tan lejos, o tenga tantos hijos, o se hayan puesto tan gordos, tan viejos y tan desconocidos. Ya son otros. Se hicieron de otra piel; no le causan gracia los mismos chistes y tienen opiniones sobre cosas que no nos interesan en lo más mínimo. Aunque a veces forcemos un contacto, sus intereses lo volvieron tan ajeno que ya no hay puntos en común. Otras veces, desde luego, el hecho de reiniciar contacto deriva en un redescubrimiento de intereses comunes.
El término puede aplicarse también a la vida que llevan las ex parejas de uno.
Vida que llevan hoy los amigos y compañeros que dejamos de ver hace mucho tiempo.
Hubo un tiempo en que nos veíamos todos los días con ese amigo, pero por alguna circunstancia eso se cortó para siempre. Él se mudó, nos peleamos, perdimos interés en vernos, ya no nos entendimos. El camino que recorríamos juntos se fue bifurcando de forma repentina o con una lentitud imperceptible. Esa vida que empezamos a hacer separados de nuestro amigo se ha convertido en una peradromia.
Gracias a las redes sociales podemos reencontrarnos con viejos amigos. Espiamos sus fotos, nos asombramos de que se haya ido tan lejos, o tenga tantos hijos, o se hayan puesto tan gordos, tan viejos y tan desconocidos. Ya son otros. Se hicieron de otra piel; no le causan gracia los mismos chistes y tienen opiniones sobre cosas que no nos interesan en lo más mínimo. Aunque a veces forcemos un contacto, sus intereses lo volvieron tan ajeno que ya no hay puntos en común. Otras veces, desde luego, el hecho de reiniciar contacto deriva en un redescubrimiento de intereses comunes.
El término puede aplicarse también a la vida que llevan las ex parejas de uno.
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