jueves, 11 de agosto de 2011

Sondograma

(Sustantivo. Del griego soma = cuerpo; endos = interior y gráma = escritura)

Letra, palabra o mensaje escrito en algún órgano o parte inaccesible del cuerpo.

En la película Un hombre serio (A Serious Man, 2009) de Joel y Ethan Coen, un dentista descubre que uno de sus pacientes tiene un mensaje escrito en el lado posterior de sus dientes: una letra hebrea por cada pieza dentaria. Ese mensaje es un sondograma. Si descubriéramos que nuestros huesos, pulmones, corazón o hígado contienen una clara conjunción de letras en algún idioma, también los llamaríamos sondogramas. Para que califiquen como tales, es menester que no hayan sido escritos por el individuo que los posee (esta condición se cumple debido a la inaccesibilidad del mensaje), ni por una mano externa en algún momento de nuestra vida, y que estén impresos en algún lenguaje natural. No cuenta como sondograma el tatuaje hecho en el cráneo durante la lactancia y que se descubre sólo a los cuarenta años cuando se declara la calvicie, ni la interpretación arbitraria que podría hacerse del trazado de nuestras venas y arterias (quizás entre los ríos y deltas de nuestra sangre puede encontrarse una conjunción de letras en algún idioma, pero esto sería puramente casual). 
Puede pensarse que los sondogramas tienen origen divino. Así se lo interpreta al menos en la película Un hombre serio. Sin embargo, puede que en un futuro no muy lejano las personas nazcan con alguna condición extraordinaria gracias a ciertos avances en la genética, y en ese caso es posible que los niños lleven alguna marca identificatoria en sus órganos que indique cuál es la modificación genética a la que fueron expuestos antes de nacer o incluso antes de ser concebidos.

1 comentario:

José Pepe Parrot dijo...

Para éstos tiempos de recursos mágicos y adivinos, un sondograma sería la evidencia de un dios. Calcule, si le creen a la borra del café.