viernes, 4 de febrero de 2011

Cotipeniar

(Sustantivo. Del latín paeniteor = estar arrepentido y quotidie = cada día, cotidianamente. Adjetivo: cotipenista)

Arrepentirse con gran pesar de haber tomado decisiones mínimas.

Hay personas que son capaces de dar drásticos y a veces arriesgados saltos en sus vidas. Venden su casa en momentos de crisis económica, dejan su trabajo y apuestan a un negocio de dudosa rentabilidad, o escalan montañas peligrosas en medio de la tormenta. No se amedrentan ante las grandes decisiones, y las asumen con alegría y estoicismo. Sin embargo, cuando deben enfrentarse a pequeños hechos, puede que cotipenien. Quizás no tengan reparos en abandonar a su esposa y a sus hijos por cultivar la pasión del kayak, pero no pueden decidirse entre comprar pollo o pescado para la cena. Inevitablemente, compren lo que compren, se arrepentirán todo el día (y con remordimiento) por no haber elegido bien. Si compraron pollo, su conciencia los castigará durante una larga tarde por desdeñar las virtudes del fruto marino. Si se pusieron el pantalón marrón, lamentarán (con murmuraciones y blasfemias) no haber elegido el vaquero azul. Si caminaron por la avenida, se arrepentirán de no haber ido por la calle de los tilos. El cotipenista queda preso de las situaciones en las que la libertad apenas se pone en juego y en rigor no hay mucho que decidir ni de qué lamentarse.

1 comentario:

José Pepe Parrot dijo...

Conozco una legíón de cotipenistas. Son bastante insufribles, quiero agregar.