martes, 26 de marzo de 2013

Genagoría

(Sustantivo. Del griego genós = género y agoréuo = mostrar, exhibir. Adjetivo: genágoro)

Ostentación de la propia condición sexual. 

La genagoría suele ser practicada por los varones heterosexuales, aunque no tienen el monopolio exclusivo. A veces un hombre se siente en la patética obligación de dejar en claro su heterosexualidad, especialmente en contextos donde él cree que pudiera haber alguna duda: "Yo trabajo en un cabaret para trolos, pero soy bien macho, ¿eh?" o "Tengo camisa rosa, pero no te creas que yo también soy rosa... A mí me gustan las minas". El genágoro, sin embargo, va más allá de esa aclaración circunstancial: cree que en cualquier situación y ante cualquier desconocido es su deber salir al paso con información sobre sus gustos sexuales: "Mi nombre es Alberto, soy ingeniero y soy heterosexual". A veces cambia "soy heterosexual" por "soy normal en todos los aspectos". Considera que su carta de presentación está incompleta si no ratifica en mayúsculas y a los gritos su condición de varón semental que solo mira y toca mujeres y nunca hombres. Si el contexto no le permite exhibirse abiertamente como macho, hará algún chiste machista o buscará a otro varón para comentarle lo fuerte que está la rubia que subía por el ascensor, para que quede bien claro que él no es mariquita.
En todos los casos, el genágoro siente que sus preferencias amatorias ocupan el primer lugar en la información sobre su persona. Le desespera imaginar que alguien anda por ahí creyendo que él es gay (siendo que es bien macho) o que es heterosexual (siendo que es ruidosamente gay) y dedica un enorme esfuerzo mental en desambiguar la sola posibilidad de esa impresión.

3 comentarios:

La niña que iluminó la noche dijo...

Estupenda palabra, realmente debería instalarse en el vocabulario corriente. Yo conozco cada genágoro por ahí...

Mauro dijo...

Me recuerda a un compañero del colegio, que una vez se sintió ofendido por algo (vaya uno a saber qué) y quiso explicarle a todo el curso que él en realidad era un buen tipo. Para eso empezó diciendo "a mi me gustan las mujeres".

Principito dijo...

Aquél sticker, popularizado a fines de los 70' con la ocurrente frase: LOS ARGENTINOS SOMOS DERECHOS Y HUMANOS casi me está pareciendo una acabada muestra de Genagoría Colectiva.