(Sustantivo. De la expresión latina "paucis diebus" = "por pocos días")
Malestar que se padece en silencio por unos días, que rara vez amerita una consulta al médico y que suele dejar temporalmente inútil a una persona.
No hay lenguaje para referirse al cúmulo de vagos síntomas que de vez en cuando puede embargarnos y dejarnos en cama. Leves dolores de cabeza (o quizás mareos o tal vez dolor de muelas o dolor de sien, o un poco de todo eso), algo de náuseas, sensación de baja presión, piernas flojas (o pesadas, o ambas cosas a la vez), malhumor, somnoliencia, pesadez en la lengua y la boca, sequedad, calor, frío, humedad, dolor en los ojos, dolor de cuello, dolor de espalda: en el poquídiobo los síntomas son difusos, esquivos, sucesivos, contradictorios e impredecibles: ahora parece que me doliera la cabeza, ahora me siento débil, ahora me hace mal la luz y necesito cerrar los ojos, ahora no soporto la oscuridad y los ojos cerrados. Uno o dos días después puede ocurrir una de tres cosas: o las molestias desaparecen, o confluyen en un conjunto bien definido de síntomas, o el paciente termina muriendo de morboncha.
Si uno falta al trabajo, no puede justificarse aduciendo la miríada de síntomas vagos; necesita de una palabra que indique la agudeza de algún síntoma en particular. Por lo general, se acude a "estoy descompuesto", "me duele muchísimo la cabeza" o alguna excusa similar. Decir "tengo poquídiobo" (lo que sería técnicamente correcto) parece poco serio y bien puede confundirse con una excusa.
Cuando una persona suele tener muchos días de poquídiobo, se lo suele calificar de engripeta.
El término infirmonimia está estrechamente relacionado con este.
Los síntomas de mal de altura son poquídiobos.Uno no se da cuenta hasta que cae redondo.
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