
Repentino y notable desgano por hacer las cosas que se suelen hacer por placer y con entusiasmo.
La catabulia no debe confundirse con la depresión o alguna otra grave patología, aunque prolongadas y continuas manifestaciones de este fenómeno podrían revelar una patología de base. Se produce cuando, por algún motivo que no puede identificarse, no se le encuentra sentido a alguna actividad que, incluso un par de minutos atrás, se hubiera realizado con ganas y alegría. En los casos normales, la catabulia es momentánea y puede deberse a factores como estrés o cansancio.
Es curiosa la polaridad de la psiquis humana: a veces se tiene la sensación de que uno podría hacer toda la vida una determinada actividad, y un día, porque sí, descubre que ya no quiere hacerla. Comer chocolates, ir al cine o bañarse pueden haber sido interesantes opciones durante toda la vida, hasta que un día simplemente ya no quedan ganas de hacerlas.
Catabulia es mi seudónimo.
ResponderEliminar¿La catabulia sería una suerte de disemantismo en el terreno práctico?
ResponderEliminarLa catabulia y el matrimonio vienen a ser la misma cosa o perfectos complementos al borde de lo simbiótico, con el tiempo.
ResponderEliminarEn algunas zonas de Arkansas se suele decir "como matrimonio y catabulia" en vez de "como pan y mantequilla" o "como zanahorias y guisantes" o "como culo y calzón".
Bug, no me copie mis seudónimos.
ResponderEliminarSeñor «—X—« : Sí, sí, sí.
Mantis: sospecho que cualquier actividad humana tiene momentos de catabulia; sostener un matrimonio es un proceso largo y no siempre grato: es de sospechar que la catabulia ataca muchas veces a la prolongada vida de pareja.
Siempre me hago la misma pregunta: ¿Por qué este blog tiene palabras tan exactas y precisas para reproducir cada uno de mis estados psicológicos? ¿Por qué, eh? ¿Por qué?
ResponderEliminarLa catabulia llegó un día y fue aguasiesta
ResponderEliminar